El uso de la bechamel en la cocina es un clásico de todas las recetas de salsas blancas.
Su procedencia es francesa, aunque actualmente es de preparación y uso mundial. Es común verla usar en platos italianos donde se usa para gratinar distintas recetas de lasagnas o canelones.
Lo que más destaca la bechamel de coliflor es el sabor suave (que se lo da esta rica verdura de la familia de las crucíferas) y su cremosidad. Aunque también la podemos encontrar envasada, no es nada igual con la que nosotros podamos preparar.
La receta original de bechamel está compuesta de lo que se conoce como roux, mezcla de mantequilla y harina, al que poco a poco se le va añadiendo leche entera o semidesnatada.
Para evitar el uso de tantas grasas de procedencia animal, una alterantiva puede ser la bechamel de coliflor, donde se sustituyen por alimentos más sanas y que nos aportan vitaminas y minerales esenciales.
De esta manera evitamos el uso de lácteos y productos refinados. Una receta de bechamel de coliflor apta para vegetarianos e incluso veganos.
Preparar la bechamel original es sencillo si tenemos los pasos claros
De verdad. Preparar la receta de bechamel es muy sencillo, pero hay que cogerle el truquillo desde el primer momento.
Para evitar la separación de los ingredientes hay que controlar la temperatura y el agitado bien. Además, con la receta de bechamel de coliflor los pasos son más sencillos, ya que la mezcla se realiza de forma más rápida. Ya lo verás.
Vamos a conocer los pasos a seguir para preparar esta fabulosa receta.
Ingredientes utilizados
Receta para 4 personas.
- 500 gr de coliflor, quitando la parte verde (solo la cabeza)
- 4 cebollas de tamaño medio o pequeñas
- 200 ml de leche vegetal
- Sal, pimienta y nuez moscada al gusto
Opción como complemento
Mezclar con unas cuantas almendras peladas.
Cómo preparar la bechamel de coliflor
Vamos a ver los pasos a seguir para preparar la bechamel de coliflor en menos de 30 minutos.
Lo primero de todo, pelamos la cebolla y separamos de la piel. Cortamos en trozos pequeños y la pochamos en una sartén con un poco de aceite de oliva y sal.
En una olla con agua y sal, cocemos la coliflor durante aproximadamente 20 minutos. Comprobaremos que está perfecta de cocción pinchándola con un tenedor.
Cuando la coliflor esté cocinada, la batimos, añadiendo lentamente la leche vegetal. Más velocidad o menos según la textura final que deseemos. Lo ideal para la bechamel de coliflor es que esté algo espesa. De lo contrario será casi como un puré con verduras.
Justo en el punto final de la trituración, comprobamos el sabor y añadimos sal, pimienta y nuez moscada al gusto.
Si queremos, siendo opcional, podemos añadir 3 o 4 almendras peladas y crudas para triturar. Le añadirá más sabor a la bechamel con coliflor y aumentará su viscosidad.
Trucos para preparar la mejor bechamel casera
Encontrar el punto óptimo entre la harina y la leche
La preparación perfecta del roux es encontrar la cantidad exacta de harina y de leche en la mezcla. Con ello se obtendrá mayor o menor espesor.
Preparar el roux con leche templada
Al estar la leche templada, la solubilidad aumenta y se reducirá el número de grumos que se formen al mezclarse con la harina. Es mejor ir añadiendo leche templada poco a poco.
Remover constantemente y fuego lento
Utilizar unas varillas metálicas para la mezcla y tener el fuego muy lento. Así evitaremos que se queme la base y arruine el sabor de toda la bechamel.
Con la consistencia ideal, será el momento de añadir sal y pimienta al gusto. A la bechamel de coliflor y a la receta original le sienta muy bien la nuez moscada, ¡pero sin pasarse!