Justo ahora que estamos en periodo navideño, es habitual la creación manual o compra de diversas cestas de alimentos. La más común es la que podemos recibir de regalo en nuestra empresa, con embutidos, latas, bebidas alcohólicas y dulces. Sin embargo, hoy os proponemos algo mucho más saludable que es la cesta de frutas para regalar. ¿Sabrías hacer una para regalar?
La cesta de frutas es un magnífico regalo ya que es un alimento consumido por todos, donde rara vez solemos buscar en la frutería una variedad de productos tan alta como la encontramos en la cesta. Por eso este regalo se recibe como un chorro de aire fresco, saludable y apto para todo tipo de personas.
En este artículo realizamos una serie de recomendaciones para poder crear desde 0 una cesta de frutas para regalar. Te en cuenta que si no encuentras tiempo o diversidad de frutas para hacerlo, también puedes comprarlas totalmente personalizadas o por categorías de fruta, y estas cestas son una buena opción.
Por qué regalar una cesta de frutas
La cesta de frutas es recurso interesante cuando buscamos hacer un regalo a una persona cercana (familiar o amigo) y queremos presentar un concepto diferente las cestas habituales. Es muy complicado que alguien rechace alimentos tan consumidos. Puede ser habitual que a la gente no le guste un tipo concreto de fruta, pero es extremadamente raro encontrar a una persona que odie profundamente las frutas en general.
Además, el límite a la hora de montar una cesta de fruta es la imaginación, ya que pocos alimentos presentan tan variedad de formas, colores, texturas y tamaños que las frutas. Y si te quedas corto, todavía puedes recurrir a mezclar composiciones con verduras, como por ejemplo el aguacate o el tomate Raf, que suelen ser acompañados en desayunos y meriendas junto con la fruta.
Algunas ventajas que vemos de las cestas de diferentes frutas son las siguientes:
- No solo se regalan en Navidad, valen para todo el año.
- Una opción sana y saludable.
- Es un magnífico regalo cuando no encontramos alternativas.
- Se puede regalar durante todo el año.
- Cada cesta puede ser totalmente diferente a las otras dependiendo de las frutas de temporada.
Consejos de presentación de una cesta de frutas
Una de las ventajas que ofrecen las frutas a la hora de crear una composición es un grandísima variedad de tamaños, colores y texturas. Añadir solo frutas habituales como manzana, pera o kiwi sería un poco aburrido. Primero porque son sabores conocidos y también porque no se juega con la tonalidad de las frutas ni su tamaño, algo importante ya que es para regalar.
Vamos a ver paso por paso cómo montar una cesta de frutas para lograr una buena presentación.
Parte de una buena base
La base de una cesta de frutas puede ser, como su nombre bien indica, una cesta, de mimbre, o una caja de cartón. En su creación, es una buena opción contar con elementos de origen orgánico, como fibras textiles (mimbre, yute o esparto), caja de madera reciclada, cartón corrugado, etc. Nosotros preferimos las 2 primeras opciones, un concepto mucho más natural, ajustado al precio y con gran resistencia para colocar todo tipo de frutas.
Elige la profundidad que necesites en función de la fruta más grande, que suele ser la piña, papaya, melón o sandía (preferible de pequeño tamaño).
Combinación de colores y tamaños
Jugar con los colores es un requisito prioritario para la creación de una cesta de frutas. Al igual sucede en la composición de una cesta de Navidad, todos los alimentos deben poder ser vistos desde el primer momento. En este caso, vamos adaptando los colores y tamaños para crear una composición visiblemente atractiva, donde separaremos en la cesta las frutas del mismo color y tamaño.
A la hora de su montaje, siempre empezaremos por situar las frutas de mayor tamaño (especialmente la piña), ya que, además de hacernos una idea del espacio sobrante, también sirven de especie de estructura para colocar el resto de elementos, así como evitar que las frutas se dañen por roces o sobrepresiones durante el transporte.
Fruta antes de su punto óptimo de maduración
Como las cestas son muy ricas y variadas, no se van a consumir en pocos días. Dependiendo del tamaño de la familia a la que vas a regalar la cesta, siempre conviene elegir en un punto justamente anterior a la maduración, quedando pocos días para su punto óptimo. Sin embargo, sí debemos escoger las frutas que tengan su color definitivo de piel. Es decir, el plátano amarillo y la naranja de color naranja. De lo contrario, puede afectar a la composición visual de la cesta.
Incorpora otros elementos a tu cesta
Y si todavía quieres ir un poco más allá, también puedes utilizar alimentos que encajan perfectamente con las frutas o vienen de una transformación de ellas, como los zumos, batidos, smoothies. También puedes incorporar frutos secos o cualquier tipo de chocolate.