Las guindillas son un producto local delicioso que se puede consumir en fresco o bien conservado en un bote de cristal, que es el formato que podemos encontrar en cualquier supermercado. Si queremos ahorrarnos esta inversión en adquirirlas o queremos darle un toque personal a las que hayamos comprado en fresco o cultivado, tenemos que conocer cómo embotar guindillas para asegurarnos su conservación.
En este artículo te enseñamos a preparar las guindillas para su conservación con ingredientes naturales que tenemos en casa, usando para ello botes de cristal que podemos tener de cualquier producto en conserva.
Las guindillas encurtidas nos facilitan conservarlas por un tiempo prolongado, además de que le aportan un sabor distinto al que en comparación con las frescas.
Embotar guindillas: ¿qué variedad escoger?
No existe una variedad específica de guindillas que sean aptas o no para su conservación. Las piparras verdes son las clásicas, aunque también podemos hacerlo con variedades de chiles más pequeñas o de cualquier tipo.
Las alargadas son las tradicionales que podemos cultivar o comprar en cualquier supermercado.
Ingredientes para envasar guindillas
Para embotar guindillas, necesitaremos los siguientes ingredientes:
- Guindillas frescas de cualquier variedad
- Envase de cristal con tapa metálica
- Vinagre de vino blanco o de manzana
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Agua
Cómo embotar guindillas
Paso 1
El primer paso para embotar las guindillas es lavarlas bien, eliminando cualquier resto de tierra que pueda tener. Una vez realizada esta operación, agrupamos las guindillas para que entren perfectamente en el bote por tamaño o grosor semejante.
Paso 2
El paso 2 es rellenar los envases con la mezcla de vinagre, aceite, sal y agua. En primer lugar, añadimos el vinagre, cubriendo 1/4 parte del recipiente. El siguiente paso para embotar guindillas es añadir sal (un puñado o cucharada de café por bote tamaño tomate frito,
A partir de aquí, añadimos 1/4 de agua junto con un poco de aceite (cucharada de café). Mezclamos todos los ingredientes cerrando el envase y sacudiéndolo para que se una el vinagre y el aceite junto con las guindillas. El bote debe quedar lleno hasta la mitad, aproximadamente (2/4).
Paso 3
Introducimos las guindillas agrupadas por tamaño y veremos como el líquido sube hasta cubrirlas casi por completo. Si sobra y se sale, lo tiramos, y si falta, introducimos más guindillas hasta que las cubra por completo o rellenamos con agua.
Cerramos bien con la tapa de aluminio y conservamos en la despensa. Tendrán una fecha de caducidad de unos 3 meses. También podemos conservarlas en la nevera, si nos gustan frescas.